El presidente del TSE (Tribunal Superior Electoral), Alexandre de Moraes, anunció que todas las personas en Brasil que cuestionen los resultados electorales «serán tratados como criminales».
Desafortunadamente, para un número creciente de brasileños y gente de todo el mundo, el fraude electoral vuelve a ser un lugar común, escriben en redes sociales.
Para algunos es más importante retirar las enormes manifestaciones en Brasil, para que se cuiden las vidas de los defensers de la democracia: «Dejar que todo el pueblo viva la desgracia de un gobierno de extrema izquierda, para que como en otros países, se repruebe el fraude tarde o temprano», manifiestan en redes sociales.