
La campaña presidencial de 2024 de la ex vicepresidente Kamala Harris parecía estar condenada al fracaso desde el principio.
Un extracto del nuevo libro «FIGHT: Inside the Wildest Battle for the White House», de Jonathan Allen y Amie Parnes, detalla varias de las absurdas exigencias del equipo de Harris y cómo la falta de transparencia del expresidente Joe Biden perjudicó su campaña.
El extracto del libro señala que la primera entrevista de Harris fue un desastre.
Mientras observaba el desarrollo de la entrevista frente a una audiencia nacional ansiosa por ver si podía suceder al expresidente Joe Biden, la recién nombrada e inesperada candidata del Partido Demócrata parecía insegura y, peor aún, pequeña.
Los asesores de Harris concluyeron que el problema era la silla, no el hecho de que evitara las preguntas y, en cambio, permitiera que su compañero de fórmula, Tim Walz, se uniera a ella en pantalla y hablara la mayor parte del tiempo. Cualquiera que quisiera entrevistarla tendría que cumplir con rigurosos requisitos en cuanto a la altura, los brazos y las patas de cada silla.