
El uso de municiones reales contra manifestantes palestinos en Gaza ha dejado 13.000 heridos y llevó a los trabajadores de la salud a enfrentar una lucha sin precedentes, dijo el lunes un alto dirigente de la Cruz Roja.
Al menos 132 palestinos murieron por disparos fuerzas de seguridad israelíes desde que iniciaron las protestas en la frontera de Gaza a finales de marzo.
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Robert Mardini, director de Comité Internacional de la Cruz Roja en Medio Oriente (ICRC), dijo a reporteros que la «vasta mayoría» de los 13.000 manifestantes hospitalizados han sufrido severas heridas, incluidas de múltiples disparos.
«Creo que esto es una crisis de una magnitud sin precedentes en la Franja de Gaza», dijo Mardini.
El número de heridos en siete semanas de protestas ha sobrepasado la cantidad de baleados que hubo en 2014 durante la guerra entre Israel y Hamas.
La Cruz Roja esta planeando abrir una nueva unidad de cirugía en el Hospital Al-Shifa de Gaza para enfrentare el creciente número de heridos que atiende.
Cerca de 1.400 pacientes fueron heridos con de tres a cinco balas, muchas en las piernas, lo cual requiere complejas cirugías de reconstrucción y ortopedia.
Israel mantiene el uso de municiones reales y acusa a Hamas, el gobierno islámico de Gaza, de tratar de utilizar las protestas para encubrir los ataques con mortero hacia su territorio.
Mardini dijo que las Cruz Roja mantuvo conversaciones con las fuerzas de seguridad de Israel para minimizar el acoso a civiles.
Como resultado de esas conversaciones, la Cruz Roja palestina ha podido enviar trabajadores para ayudar cerca de la valla a evacuar heridos con seguridad.
El 14 de mayo, cuando Estados Unidos trasladó su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, las protestas alcanzaron su climax con la muerte de 14 palestinos, mientras miles se aproximaron a la frontera fuertemente resguardada. AFP