Bajo la óptica de que hay ‘‘muchísimos escándalos de corrupción’’, los siete nuevos gobernadores del PAN abrirán investigaciones a los salientes, advierte Ricardo Anaya, presidente de ese partido.
Los panistas se hicieron de siete gubernaturas el domingo pasado y, cuando los candidatos asuman el poder, el blanquiazul gobernará al menos a 40 millones de ciudadanos.
Anaya dice estar ‘‘desvelado pero muy entusiasmado por el histórico triunfo’’, y cierto de que ningún mandatario priísta saliente que merezca ser castigado será encubierto.
–Carlos Joaquín González (en Quintana Roo) y Miguel Ángel Yunes (en Veracruz) ya dijeron por dónde van a caminar. ¿Van a meter gobernadores a la cárcel?
‘‘Eso dependerá de las circunstancias concretas, eso deberá hacerse donde haya elementos. Lo que tengo claro es que hay muchísimos escándalos de corrupción y que es una responsabilidad ineludible de los gobernadores electos, una vez que entren en funciones, que ordenen investigaciones a fondo y que donde haya elementos se proceda con el peso de la ley’’.
–¿En qué casos sería ineludible abrir investigaciones?
‘‘Está muy claro quiénes fueron muy enfáticos en contar ya con elementos: Javier Corral en Chihuahua, Miguel Ángel Yunes en Veracruz y el propio Carlos Joaquín en Quintana Roo’’.
FACTOR DEL HARTAZGO
En las elecciones del domingo los panistas arrebataron al PRI Durango, Chihuahua, Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo, Aguascalientes y retuvieron Puebla. Anaya estima que, en mucho, pesó el factor del ‘‘hartazgo’’ de los ciudadanos.
‘‘Primero, hartazgo de la gente hacia el gobierno federal: la economía no está creciendo, la violencia no ha cesado, la devaluación del peso frente al dólar, el endeudamiento, los escándalos de corrupción y, en lo local, cada estado tiene su realidad.
‘‘Una segunda razón, sin duda, son las buenas campañas que se hicieron. Con mensajes claros, además de que acertamos en la postulación de nuestros candidatos, en función de la realidad de cada estado. Otro factor es el propio prestigio del partido, en el que siguen confiando millones de mexicanos. Un último, la unidad interna, porque no hubo fracturas mayores. El partido salió razonablemente unido hacia la contienda electoral’’, señala.