Nada más lejos de la realidad, que las impresiones que ingenuos opinadores de América Latina resaltaban de quien consideraban casi un hérole mundial, al impuesto y delirante (según sus gobernados), presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Llevados por las noticias de medios comprometidos, los latunoamericanos difundieron impresiones que imitaban a sus «maestros», los medios hispanos y cadenas con compromisos de los Estados Unidos: «A medida que la guerra Ucrania-Rusia avanza, el tope de puertas en las narices (de quienes hablan sin saber), se sigue una a otra.
Hoy se está informando que militares ucranianos están preparando «una gran ofensiva» cerca de la central nuclear de Zaporozhie. De acuerdo a declaraciones al canal Rossiya-1, por parte de Vladímir Rógov, miembro del consejo principal de la Administración de la provincia homónima.
De acuerdo a TASS, Rógov, ha informado que: «Se está desplazando un gran número de armas pesadas, obuses M777, sistemas de lanzamisiles múltiple HIMARS y demás».
Lo anterior, pese a que Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), insiste en que el objetivo principal del regulador nuclear de la ONU es alcanzar el cese de los ataques contra la planta.